ElperrosecomiómitareaSeñoritaSophie
Hoy mentí de una manera absurda. “El perro se comió mi tarea señorita
Sophie” le dije a la profesora en un intento desesperado por evadir la
responsabilidad. Lo cierto, es que pasaron muchas cosas alrededor de esa frase,
pero tranquilos, ya las sabrán todas más adelante.
Me desperté esa mañana con ganas del nuevo cereal de Melvin que habían
estrenado la semana pasada, pero tenía que ser realista; padres ausentes,
nevera vacía, hermano llorando y en definitiva una mañana más. Decidí no pensar
en eso. Me arreglé como pude y ayudé a Tom con su uniforme, se hacía tarde y
necesitaba más que un milagro para llegar temprano a clase. Salimos corriendo
hacia la estación de bus, pero las energías resultaban deficientes cuando
realmente las necesitaba pues en ese momento, disminuir la presencia de ese
monstruo del hambre era imposible; era como si con cada paso me recordara con
crueldad “aquí estoy” ”aquí estoy”. Intenté evadir ese pensamiento,
escabulléndome en la idea de que tal vez el autobús ya había pasado, lo que
hizo que avanzara con más rapidez y volviera inevitablemente a recordar la
violencia con la que el hambre me atacaba en las mañanas, pero ese día no era
normal. Para mi fortuna, el bus no había pasado aún por lo que me alegraba el
hecho de poder llegar a clase medianamente temprano. “no más esa mirada de
decepción de la profesora cuando entre al salón” pensé con regocijo al subirme
al bus. De repente un pequeño detalle culminó la alegría de ese efímero
instante: la tarea. Había olvidado completamente la tarea para la clase de la
señorita Sophie! Me sentí avergonzado, no sabía si entrar a clase, pero ¿qué
hacía con Tom? No podía dejarlo ahí e irme como si nada! mamá se enteraría
seguramente..¿qué hacer? ¿qué hacer?- Pensaba angustiado mientras veía cómo el
bus se iba acercando más a mi desafortunado destino: el eterno regaño de la
señorita Sophie. Decidí inventar una mentira, era la opción más sana, por lo
menos para mi (Un muy mal momento para una persona que le cuesta mentir). La
presión era terrible, estaba muerto de nervios, y como se podrán imaginar me
era bastante tortuoso encontrar una ficción no tan separada de lo real para
explicar el porqué fallaba con la tarea de nuevo. - ¿tal vez el perro..? no, no
muy de televisión.. ¿Gato? No, no tenemos gato, Tom me delataría con
facilidad.. Piensa, piensa, piensa, Dios ¿porqué será tan complicado? La
trituradora sí, sí eso es, la trituradora ¿qué carajos hacía yo usando la
trituradora? Caray, nos acercamos.. ¿la abuela se murió? Y ahora mato a alguien
inocente, ¿qué hacer?¿qué hacer? Agh! Ahora no falta Rick entregando su tarea
con gran arrogancia, cómo lo odio.. no no concéntrate, hay una mentira que
inventar!- y así entre parpadeos y mentiras ya me encontraba delante de la
señorita Sophie. Preguntó por mi tarea, no le respondí. Alzó la voz
repitiéndome la pregunta.
dsovbrukjsdbuiwrbwjkbfjsisbueifbsjkefbfekfsubrufjsffkfuusflueffbekjbfsjfbfjkfbsbuefjksbkbbfuefubesdsbjdbjsbviurbjjdjbdbfjdjbds.
Mi mente estaba en blanco.– Dile algo, cualquier cosa, perro, televisión, gato,
Tom, Trituradora, Dios ¿porqué será tan complicado?, Abuela muerta, inocente,
Rick, Odio, tarea, televisión, Trituradora, perro, perro, trituradora, abuela,
no, no, concéntrate..¿El perro trituró mi tarea? ¿Suena creíble verdad? Primero
que todo ¿los perros trituran? - Salí corriendo dejando a la Señorita Sophie
gritándome desde la puerta del salón. Una mañana más.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
La noche anterior, comí cereal antes de empezar a trabajar. Adoraba ese
sabor de las estrellitas achocolatadas inmersas en ese mar de hojuelas de maíz
del nuevo cereal de Melvin. Una vez comido, orgulloso me puse a terminar mi
tarea para la clase de la señorita Sophie, de tal manera que al entregársela
podría reivindicar mi posición de alumno
desjuiciado. Coloreé los animalitos y los ubiqué en una especie de maqueta con
cosas que encontraba en mi casa, con el fin de entregar un trabajo digno del
propósito que estaba decidido a cumplir. No hace falta contarles el tiempo que
le metí a la tarea, pues decirles que trabajé para esa clase es más que
suficiente para ilustrar mi cambio de actitud. En definitiva, terminé haciendo
un trabajo digno de ser expuesto en una feria de la ciencia, o eso me dijo mi
mamá al consentirme antes de dormir. A la mañana siguiente, me levanté con
ganas del nuevo cereal de Melvin pero tenía que ser realista; ya me lo había
acabado la noche anterior. Todo transcurrió de la mejor manera, mi mamá me
cocinó un desayuno delicioso, me dio dinero para comer alguito en el descanso,
mi papá nos dejó en la escuela a Tom y a mi, y mi hermosa tarea brillaba
diciendo “mírame”. Iba a ser la sensación de la clase, eso lo tenía por seguro.
Feliz, bajé del auto con mi tarea, seguido por Tom, quien a modo de guardaespalda
gritó desesperadamente “Cuidado Billy!!!” mientras un halcón se acercaba
rápidamente a robarme mi tarea. Corrí desesperadamente hacia la escuela, pero
el halcón estaba bastante cerca y la escuela, bastante lejos. Como podrán
imaginarse, el halcón se llevó mi tarea, despedazándola con sus garras mientras
se alejaba. Vuhbjytfvjhv Eso definitivamente no era justo. Entre la rabia y la
frustración, pasaba por mi cabeza la siguiente frase:
¿y ahora qué carajo le voy a decir a la señorita Sophie?
Dios, mañana una más.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Esa noche, me disponía a destrozar a mi hermano
en el nuevo juego de wii que mamá nos había regalado “SuperSmashBros Brawl”,
era el juego que tanto había deseado para navidad y por fin tenía la
oportunidad de jugarlo por primera vez. ¡PUM!¡PAM!¡POW! esto era genial. Me
sentía extraordinariamente feliz, mi juego favorito, ganándole a mi hermano, no
preocupaciones, no tarea, es temprano aún, todo conspiraba a mi favor. No me
acuerdo cuántas horas pasamos jugando wii, el hecho es que cuando ya nos íbamos
a acostar, fui a darle las buenas noches a mi mamá para culminar con broche de
oro ese espectacular día. Todo iba perfectamente, cuando de repente mi mamá
realizó su touché: ¿tareas jovencito? (poniendo esa cara que siempre pone
cuando sabía que algo había olvidado). En efecto, eso me dejó en knockout, ¿era
tan evidente que había olvidado la tarea para la clase de la señorita Sophie?.
Ahora bien, visualicen mi panorama de aquella noche; 10 pm y yo no había ni
empezado a hacer la tarea (una pequeña maqueta sobre un ecosistema marino) y
para completar, no había comprado los materiales. Santa Pacha bendita, ¿cómo
pude olvidar la tarea, de nuevo? Me preguntaba de mala gana al mismo tiempo que
me dirigía a mi cuarto a hacer esa aburrida tarea. Mientras rebuscaba en la
casa por algunos materiales útiles, mamá gallina apareció para cuidar a sus
pollitos, y aunque, a decir verdad, intenté ayudarle en lo que necesitara, mamá
me hizo todo el proyecto para que pudiera acostarme temprano. A la mañana siguiente, me levanté con ganas del nuevo cereal de Melvin pero
tenía que ser realista; mamá no nos había levantado por quedarse dormida, por
lo que ya se nos había hecho muy tarde y no había tiempo para el desayuno. A la
carrera, me cepillé los dientes (caray, Que extraño era lavarse los dientes sin
haberse llevado antes un buen bocado de comida!) cogí mis cosas y salí
apresuradamente al carro de papá. Tranquilo por haber cumplido con el deber, me
bajé del auto orgulloso por el trabajo de mamá. Iba a ser la sensación de la
clase, eso lo tenía por seguro. Andábamos rápido hacia la entrada colegio,
cuando de repente Tommy pegó un alarido tremendo mientras un halcón se acercaba
rápidamente a robarme mi tarea. Corrí desesperadamente hacia la escuela, pero
el halcón estaba bastante cerca y la escuela, bastante lejos. Como podrán
imaginarse, el halcón se llevó mi tarea, despedazándola con sus garras mientras
se alejaba. Vuhbjytfvjhv nadie iba a creerse tal suceso, por lo que entre la
rabia y la frustración
“ElperrosecomiómitareaseñoritaSophie”.